

Sus piezas de cerámica imitan el aspecto de un globo y pueden ser confundidos muy fácilmente, por lo menos hasta que los lanzas al aire y compruebas que la gravedad no les afecta como esperabas. Y no importa cuántas veces lo intentes ni lo optimista que seas ni la fe que profeses: la cerámica no es un globo y masturbarte con un calcetín de rombos no es apoyar a la industria textil tradicional abriéndole nuevos mercados. Y ya está.

No hay comentarios:
Publicar un comentario