

En todas ellas se muestran los posibles peligros que acechan dentro del automóvil (la palanca de cambios, el volante, los pelos de perro) y cómo evitarlos. Algo realmente útil, ya que nos encontramos en un entorno hostil lleno de efusividad; fácilmente puede acabar en desastre.
A título personal diré que sobre todo hay que evitar silbar melodías pegadizas que puedan desconcentrar a la pareja; agitar banderitas tampoco contribuirá a crear ambiente, por más que las voces en tu cabeza digan lo contrario. Como última opción siempre está susurrar cosas al oído; si no se te ocurra nada no digas nada, sólo susurra: no te va a preguntar qué has dicho y, si lo hace, no digas lo primero que te venga a la cabeza; simplemente corre y no mires atrás.
Y esos son mis consejos en lo que a sexo automovilístico se refiere. Todos ellos me han funcionado (con "funcionado" me refiero a que sigo vivo, claro).

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