El Libro Guinness de los Récords ya tiene una nueva actualización, pues el código QR más grande del mundo ya ha sido incluído en sus registros. Se trata de uno creado en un laberinto de 28.000 metros, 15 acres, en las afueras de la localidad canadiense de Alberta.
La familia Kraay contrató la ayuda y gestión de un experto en laberintos tras ver la idea en una revista, cuando decidieron crear algo así en su granja particular. Acondicionaron un campo de maíz particular y fueron preparando y recortando todo el camino, formando un gigantesco código QR que enlaza con las página web de la granja, y que puede ser escaneado por cualquier dispositivo que disponga de una aplicación que realice esas labores.
Con este movimiento, los comerciantes locales pretenden aumentar las visitas a su web y, por ende, mejorar las relaciones comerciales de la zona.
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