lunes, 12 de noviembre de 2007

Prohibido enamorarse de un recuerdo

los olmos de la plaza se empezaban a desnudar como si intentaran decirnos algo que no entendíamos por nuestra inocencia de 12 y 13 años…Ponga en el micro el Pop Corn, destape una coca y siéntese en el sillón mas cómodo, yo lo espero acá en el monitor para contarle una historia… Ya está? ok. ahi va…

Capítulo I (naaaaa era joda… no es tan larga… o si?)
A veces le pregunto a mi mamá por que me hizo tan sensible y enamoradizo… Por que cuando veo una linda sonrisa me quedo padeciendo un ataque de tortícolis total que me paraliza el cuerpo? Unos lindos ojos? Un lindo pelo? Será posible que me enamore de todo?
En fin… La chica de esta anécdota era muuuuuuuuuy linda (es) pero solo para mí que como ya comenté… soy muuuuuuuuuuy enamoradizo, para el resto de mis amigos era una chica común…
Yo tenía 12 y ella ya sus mágicos 13 que le habían traído de regalo un cuerpo espectacular… el primer acercamiento fue una carta, y como todo príncipe (emmm el principe vendría a ser yo) tiene a su heraldo, yo no me iba a quedar atrás a la hora de conquistar a mi princesa y envié a Carlos con mi carta (ahh no conocen a mi promo Carlos??)
Mientras yo esperaba impaciente el regreso de las noticias… Fue emocionante ver a Carlos corriendo de vuelta con su cara de felicidad… Me parece estar viéndolo en cámara lenta con esa sonrisota que le sacaba un caramelo a cualquier panadero bondadoso del barrio…
- Dice que te quiere ver el sábado en la plaza!… y ahí estuve ese sábado… Los encuentros se repitieron y cada vez fueron mas frecuentes… Hasta que tuvimos que pasar a otro nivel en la relación… Querés andar conmigo? Le pregunté (en esa época el término “andar” era moneda corriente) y por supuesto, ella aceptó…
Pasamos todo un verano de besos al atardecer con el sol que se guardaba como una moneda de oro en el horizonte haciendo campana por si venía su padre…
Pasamos todo un otoño de besos al atardecer bajo los olmos de la plaza que se empezaban a desnudar como si intentaran decirnos algo que no entendíamos por nuestra inocencia de 12 y 13 años…
Llegó el invierno y con él algo que me preocupaba mucho… su cumpleaños Nº 14… Que le iba a regalar? Si ya lo tenía todo… Pasé las últimas 2 semanas antes de su cumple pensando en ello hasta que sobre la hora se me ocurrió la idea mas brillante o mas estúpida que puede tener un chico enamorado… Un cartel!!!
Convoqué a mis secuaces, compré un par de aerosoles de colores y le robé una sábana de mi Tia Mery (mi vecina a quien tanto quiero por malcriarme tanto dándome caramelos cada vez que la iba a visitar y por estar siempre presente con sus consejos de tía)…
El cartel había quedado un espectáculo! “Jenniffer: que los cumplas muy felíz… Te amo… Leito…” (no podían faltar los dibujos de corazoncitos, las manos y los besos, tarea que le encargué a Sonia… una amigaza de toda la vida, que gracias a su magia y prolijidad transformó el adefesio en una obra de arte).
Era hora de colgarlo… Esperamos hasta la noche…Saqué la escalera del patio y salimos para la casa de la homenajeada… Cuando parecía estar todo listo, y yá en la última atadura al poste del teléfono, pasó lo peor que le puede pasar a alguien que está a 4 metros de altura colgando un pasacalles frente a la casa de su “novia”. Salió el padre…
Desesperado y en un intento nulo intenté manotear el cartel con una mano y el poste con la otra… no lo logré y enredado en una trama mortal de sábana, escalera y poste, me caí sobre mi primo Carlos, que tenía la habilidad de acolchonar a la gente supongo, porque salí sin un rasguño… Pero no termina todo ahí… El cartel se enganchó en la escalera, la escalera en los cables y todo se vino abajo dejando sin luz al barrio entero…
La noche nublada favoreció nuestra desesperada huida… 2 días después, volvió la luz…
Y a la noticia de que ya todo estaba bien, la fue a llevar a mi casa justamente el padre, verdugo, ogro, genial… genial?
Si… Acababa de darme cuenta de que era una gran persona… Su sonrisa y su cara de comprensión lo decían todo… Y la frase: -Estos chicos… andan enamorados… si yo pudiera volver a tener 12 años de nuevo… jajaja! Lo corroboró… y después de la palmada cómplice en la espalda me hice su amigo para siempre… Un año pasó… y como todo termina alguna vez… el noviazgo con Jenniffer terminó, por esas cosas de la vida…Pero dejó en mí uno de los recuerdos más hermosos… (Dedicado a Jenniffer España Una amiga muy especial)

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