Chromecast, la llave USB que permite ver vídeos online del móvil o la tableta en el televisor, fue todo un éxito de ventas. Por eso, no han sido pocas las empresas que han querido sumarse a la fiesta y han presentado en los últimos meses sus propios dongles HDMI. La última firma en fabricar uno de estos dispositivos ha sido Microsoft, que ha lanzado al mercado su Wireless Display Adapter.
Su objetivo principal es proyectar en la pantalla de una televisión el contenido de un ordenador, portátil o smartphone (o un proyector, ya que Microsoft está fabricando nuevos modelos de estos equipos para el sector empresarial). El terminal funciona con conexión Miracast, un tipo de protocolo que permite el intercambio de archivos de forma inalámbrica formado por conexiones de Wi-Fi Direct, similar a lo que sucede con el Bluetooth.
Esta tecnología está presente en terminales Windows y Windows 8.1, pero también la incorporan muchos ordenadores y dispositivos Android. Desde Microsoft advierten que si nuestra televisión no soporta Miracast, deberemos utilizar un aparato extra para que el dongle funcione.
Las ventajas de usar esta tecnología son varias. No hará falta que cada aplicación individual se actualice para tener compatibilidad con este sistema, tal como ocurre en Chromecast. Simplemente bastará que el dispositivo desde el que se emite tenga Miracast. Éste permite al usuario reproducir todo lo que se esté viendo en la pantalla del ordenador, mientras que el aparato de Google sólo puede transferir cierto tipo de contenido.
Por esa razón, en Microsoft destacan el hecho de que, como su dispositivo usa la tecnología Miracast, “no estarás limitado a ciertas aplicaciones o contenidos, mostrará cualquier cosa desde tu terminal”. Como desventaja, el diseño del aparato no es tan elegantecomo el de Google.
Su funcionamiento comienza conectando el gadget al puerto HDMI del televisor. Esta parte parece fija e inamovible, por lo que puede que sea un poco más incómoda que el gadget de la compañía de Mountain View. También se tiene que conectar el extremo USB a una fuente de energía, aunque también se puede dejar libre.
Al parecer, el nuevo accesorio de los de Redmond es bastante más sencillo de utilizar que el Chromecast original. Además, el de Microsoft no necesita conexión WiFi. Asimismo, el usuario también puede decidir qué tipo de cosas quiere visualizar en la pantalla, permitiendo que se pueda seguir utilizando el terminal original desde el que se está emitiendo la señal.
Sin embargo, el periférico cuenta con un precio bastante más elevado que el de Google, ya que se pondrá a la venta a partir de octubrepor 60 dólares (unos 47 euros) en Estados Unidos y Canadá, mientras que el Chromecast vale 35 euros. De todas formas, habrá que ver cómo reacciona el público ante el Wireless Display Adapter de Microsoft y si consigue quitarle un trozo de la tarta a Google.
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